Investigación, análisis y opinión del humanismo contemporáneo


Dario Ergas: El despertar de la Mirada del Sentido

Por Dario Ergas | Presentación de su libro "La Mirada del Sentido" | 2011.05.20 Parque de Estudio y Reflexión Attigliano, Italia |


Muchas gracias por estar aquí en el Parque de Estudios y Reflexión Attiglinano, muchas gracias por traducir y publicar este libro, muchas gracias por estar juntos en este momento. Trataré de encontrar con ustedes qué se quiso decir con “La Mirada del Sentido”.

A mediados del año 2002 en varios países de Europa y América, Silo entregó su mensaje sobre la inmortalidad, lo sagrado, y de los procedimientos para acercarnos a esa experiencia. En Santiago en el estadio deportivo Nataniel asistí a sus explicaciones. En un momento nos invitó a realizar la ceremonia de imposición de la Fuerza. Es frecuente que cuando tomo contacto con esa energía mental, me recorra una suave alegría y un sentimiento de que todo está muy bien, de que todo va a estar muy bien. Cuando abrí los ojos terminada la experiencia, paseé la mirada por cada uno de los miles de asistentes, observé que distinguía cada rostro con una nitidez inusual, sentía que conocía a cada uno y que un afecto muy liviano pero intenso me unía a todos.

Cuando terminó el acto en el estadio, Silo y varios amigos se reunieron en mi casa, recuerdo todavía sus comentarios. “Cada cultura en distintas épocas descubre un camino para entrar en lo profundo, en las experiencias de Sentido. El Mensaje es el camino que corresponde a esta época de mundialización, a este momento en que las distintas culturas y creencias se encuentran y chocan. Estos son los procedimientos para este momento y quien los tome encontrará el hilo del sentido”. Quizás fue ese mismo día que comenzó a escribirse el libro que estamos presentando.

Cuando busco el sentido de mi vida me encuentro con varias dificultades.

1. La primera dificultad es que no es verdad que busco sentido en mi vida, la mayor parte del tiempo experimento que mi vida sí tiene sentido. Es muy difícil buscar algo que se cree que ya se tiene. Sin embargo en esta época de cambio veloz, los acontecimientos golpean nuestras creencias y eso provoca sufrimientos tan grandes, que terminamos por reconocer que estamos totalmente perdidos y nuestra vida no tiene ningún sentido. Estos baldes de agua fría que la vida nos arroja una y otra vez, es la experiencia que llamamos de fracaso. Tenemos confundido el sentido de la vida con nuestros ensueños y deseos. Cuando esos ensueños fracasan, despertamos de la ilusión y nos damos cuenta que estamos perdidos y sin un sentido verdadero. El fracaso permite a la conciencia liberarse por un momento de la prisión de los ensueños. Esta experiencia de fracaso es muy importante y es muy difícil de asumir. La experiencia de fracaso la vivimos todos, pero sólo algunos la reconocen y muchos la ocultan o la niegan. Cuando ocultamos o negamos nuestros fracasos caemos en el resentimiento, la depresión o el pánico. El reconocimiento del fracaso nos despierta de la ilusión que tiene prisionera a la conciencia, y nos deja en libertad de iniciar una búsqueda nueva. Por esto decimos que esta búsqueda y esta enseñanza es “para los que llevan el fracaso en su corazón”.

2. Otra dificultad en la búsqueda de sentido, es creer que lo real es externo a la propia conciencia. Nos pareciera que la conciencia capta un mundo externo que es “real”. Creemos que existe una realidad en sí, fuera de la conciencia y que nuestra limitada conciencia no es capaz de captarla en su totalidad. Como creemos que allí afuera es donde está lo real, buscamos lo real y verdadero fuera de la mente. Pareciera que la cosa es de modo muy distinto. La conciencia no capta la realidad sino que la construye y capta el reflejo de su propia intención, capta el mundo que ella misma está construyendo. Entonces lo real es una categoría que no es posible de usar sin considerar a la conciencia. Es difícil concebir la estructura conciencia-mundo, nos parece que fueran dos cosas, por un lado la conciencia y por otra el mundo, pero es una estructura, es indivisible y no es posible la existencia de solo uno de los términos. Si hablamos de forma y color, entendemos que es imposible que concibamos una forma sin un color, o un color sin una forma; lo mismo sucede con la conciencia, es una estructura conciencia-mundo.

Vivimos totalmente confundidos con el mundo externo y todas las proyecciones y construcciones de la conciencia nos parece que tuvieran existencia en sí y fuera de ella. El amor por ejemplo, nos pareciera que proviene de la persona amada, y no observamos que ese amor que se despertó dentro mío es proyectado a la persona amada. Dios, nos parece que es una sustancia externa a la propia conciencia y el Sentido es algo que nos falta y nos tiene que llegar también de afuera. No podemos conocer la realidad, porque creemos que lo real es externo a la conciencia

En esta búsqueda de sentido se va despertando en nosotros una mirada interna, una mirada que adquiere una profundidad distinta a lo que reconozco como yo, una mirada que observa al yo y está a cierta distancia del yo. Es una mirada muy sensible, una mirada que pone un haz de luz sobre mis contradicciones y mis naufragios. La búsqueda de sentido despierta una mirada interna, pero ésta en lugar de encontrar lo que ensueño y lo que deseo o lo magnífico que soy, se encuentra con mis límites, mi dependencia, mi contradicción, con mi temor, en definitiva con mi yo y sus apetencias. Si la mirada interna es capaz de aceptar eso que ve, si es capaz de observarlo con afecto, la mirada interna tomará contacto con una quietud interna, con un centro, consigo misma.

3. La última dificultad en la que quiero reparar en este escrito, es la lucha que tenemos que dar con el fantasma de la nada. Las experiencias que nos confirman que hay otra realidad a la cotidiana, comenzamos a degradarlas y a considerar que no son relevantes. Para qué tanto esfuerzo susurra la nada, si al final del camino no encontrarás nada. Los fantasmas no hacen daño pero asustan, nos escondemos debajo de las sábanas y nunca sabemos si existen o no existen. Así pasa con el muro de la muerte, asusta y nunca lo enfrentamos. Si levanto la vista con sigilo por encima de las sábanas, los fantasmas revolotearán a mi alrededor, sostengo la mirada, y la mirada se internaliza, la calma llega más allá del temor o la confianza.

Estas tres dificultades, la ilusión de la conciencia que cree que tiene sentido, la confusión de la mirada que cree que capta el mundo externo, y la creencia en la nada, son propias de nuestro momento de evolución. Esta es la situación actual de la conciencia y por eso la búsqueda de sentido es también la búsqueda de un salto evolutivo. Me parece que ese es el intento que hacemos en estos Parque de Estudio y Reflexión en todo el mundo.

Muy adentro de cada uno está la experiencia del sentido, allí está lo que verdaderamente es. Pero cómo acceder a ello y cómo hacer para que se exprese en el mundo.

Al tratar de comunicarme con eso me doy cuenta que es muy difícil y entonces tomo actitudes doctorales y trato de explicarlo. Pero eso vive en mí y me contiene, está adentro mío pero no es propio mío, se me escabulle en el discurso y me confundo. A veces, eso encuentra el modo de reflejarse y a veces tú lo captas y entonces un sentimiento muy grande nos une y nos basta. Entonces algo me acompaña y mira y observa a través de mis ojos. Digo que es la mirada interna, es la mirada interna que ya no está aferrada a los sentidos externos, o a los problemas o al yo, sino que se está mirando a sí misma y viendo su reflejo en todo lo que toca y a veces se encuentra con lo mismo que mira desde ti.

El Mensaje de Silo, provee los procedimientos para tomar contacto con esta realidad interior.

El trabajo con la Fuerza, el pedido y el agradecimiento, la meditación sobre quién soy y adónde voy, la meditación sobre si hay sentido en la vida o si todo termina con la muerte, son modos de despertar la mirada interna para que amanezca y mire con la luz del sentido. La mirada interna no descubre quien soy, pero observa que no lo sé; la mirada interna no me libera del deseo, pero sabe que me tiene prisionero; no sabe lo que pasará con mi muerte, pero sabe que moriré; no es la mirada del triunfo, es la mirada del fracaso. No tiene las respuestas pero observa desde la calma.

En este adiestrar una nueva mirada de la conciencia, una mirada más interna, no confundida con el yo, sino que observa al yo, pudieran devenir otro tipo de experiencias, experiencias extraordinarias provenientes de los espacios más profundos de la conciencia. Experiencias de conmoción y totalizadoras que muchas veces tenemos pero que no reconocemos por que la mirada interna está dormida o identificada con el yo.

Esta experiencia de sentido que estamos intuyendo no es exclusiva del mundo interno, eso que allí pasa, empuja por expresarse y realizarse en el mundo externo. Es la acción humana la que traslada el mundo interno hacia el mundo externo, y así trasladará los significados provenientes del mundo del sentido, o trasladará también su sufrimiento si la conciencia ha sido atrapada por la contradicción.

Es gracias a la representación que se desplazan las cargas de energía síquica que movilizan al cuerpo. Es la representación emplazada en determinada zona del espacio de representación la que moviliza la acción del cuerpo. Esas representaciones son síntesis de conciencia, síntesis de todo lo que pasa en el mundo interno y configuran los ensueños que orientarán y moverán el cuerpo hacia el mundo externo. En esa síntesis de conciencia está traducido en imágenes todo el sistema de tensiones sicofísico. En esos sistemas de tensiones están también los instintos básicos de la vida junto a nuestros temores. Todo eso se sintetiza en representaciones y estas mueven al cuerpo. Pero además de ese sistema de tensiones, también se traducen en la conciencia las señales provenientes de las zonas de la conciencia que están más allá de la representación, zonas irrepresentables que cuando la conciencia las roza son las responsables de las experiencias extraordinarias, que traducimos como conmoción, comprensión total, eternidad.

Estos son significados para la conciencia que se sintetizan en las representaciones y van impulsando los destinos humanos. Esos significados empujan para ser expresados en el mundo externo.

¿Pero, de qué estamos hablando cuando hablamos de mundo externo?

El mundo externo no es el mundo de las cosas, es fundamentalmente el mundo de los otros seres humanos, las otras intenciones, es la exteriorización del mundo interno de los otros seres humanos. Por lo tanto, cuando hablamos de la estructura conciencia-mundo, se trata de una estructura de conciencia con las otras conciencias que están fuera de mí, fuera de mí en cuanto a espacio, pero incluso en estructura con otras conciencias fuera de mi tiempo, puesto que se trata también de la exteriorización del mundo interno de generaciones anteriores. Cuando decimos que la conciencia traslada el mundo interno hacia el mundo externo modificándolo estamos hablando de la transformación del mundo humano.

Entonces el Sentido es una experiencia que se accede al despertar la mirada interna, es una experiencia que se encuentra en la interioridad, en lo profundo de la conciencia; esa experiencia está más allá de lo representable y la conciencia la traduce en representación; esa representación son los significados que impulsan la acción hacia el mundo externo, que es el mundo de los otros seres humanos.

¿Quiénes son los otros seres humanos? Lo humano un impulso de libertad que se busca a sí mismo y por ello la materia, la vida, la conciencia, y en un próximo paso la conciencia de sí mismo y del sentido. Suavemente la mirada interna despierta, observa y trasluce el sol de la mañana. Quién eres tú sino la misma libertad trasladando el sentido, el ser al mundo, a mi mundo, al mundo de todos. Qué la contradicción no interrumpa tu acción ni la mía para que el sentido se abra paso en nuestro mundo, humanizándolo.

Una última reflexión.

Un salto evolutivo en la conciencia sería posible si podemos verificarlo en la propia experiencia y en la de grupos humanos que trabajan en esa dirección. No creo que tengamos esa posibilidad si planteamos esta búsqueda como una tarea individual y aislada. El trabajo con la Fuerza, con la energía mental, que es una experiencia muy importante para esto, sabemos que aumenta su potencial cuando el trabajo es conjunto, sabemos que esos trabajos producen fenómenos de sincronía capaces de inspirar a enormes cantidades de gente que comparte esa experiencia, aunque no sean especialistas en este tipo de meditación. Por otra parte, el proyecto de Humanizar la Tierra o la construcción de una Nación humana universal, son imágenes convergentes capaces de orientar la acción individual o la acción de cualquier cultura, sin interferir en las creencias particulares, permitiendo reencontrar un significado profundo y universal para trasladar al mundo.

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